A las 6:10 de la tarde, en la explanada de la Biblioteca Central, Rubén Albarrán, cantante de Café Tacvba, dice: “¡Llegó ‘Marichuy’!”, lo que desencadena un griterío de alrededor de 3 mil personas, la mayoría jóvenes universitarios.
Después de tres horas de espera, llega la vocera del CIG, quien una hora antes había realizado un homenaje a Lesby Berlín Osorio y a todos los universitarios que han fallecido en esas instalaciones, y unos minutos antes había encabezado una pequeña marcha en el circuito universitario, que por estas fechas cumple 10 años de haber sido declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
Aplausos y los clásicos gritos de mítines pro zapatistas retumbaban en las paredes de la zona central de CU: “¡Zapata vive, la lucha sigue!”, “¡Viva el EZLN!”. Fueron miles de gargantas de jóvenes que en 1994 todavía no nacían, quienes en su mayoría apenas tenían un par de años de edad en 2001, cuando llegó el sub comandante Marcos a instalaciones de la máxima casa de estudios encabezando la marcha del “Color de la Tierra”, y jóvenes millennials que iban en el kinder cuando en 2006, nuevamente el líder del EZLN visitaba CU durante su candidatura presidencial en la llamada “La otra campaña”.
Ahora le tocó a “Marichuy”, quien en el templete lucía una corona de flores naturales, acompañada de Araceli Osorio, madre de Lesby, y de integrantes del CIG.
María de Jesús Patricio Martínez tomó el micrófono y señaló que es “la hora de las mujeres y vamos por todo. Aquí estamos por el dolor y la rabia de los pueblos que vemos a nuestros muertos y desaparecidos, así como la violencia sistémica que vivimos en los campos y en las ciudades”.
El discurso, que duró 10 minutos, terminó con la frase zapatista de excelencia: “¡Nunca más un México sin nosotros”. (Con información de El Universal)