Unos por desvirtuar el catolicismo, otros porque versaban sobre astrologa o por sus ideas revolucionarias: la Inquisicin aplic todo tipo de censura a numerosos libros, algunos de los cuales presenta la Biblioteca Nacional de Mxico, que alberga el mayor acerbo de ejemplares antiguos en Latinoamrica.
«Es la primera vez que se exhiben estos libros prohibidos e incorporamos el corpus jurdico que sustentaba esta prctica, comenta a la AFP Salvador Reyes, uno de los promotores de la muestra.
La exhibicin es obra de cuatro expertos de la estatal Universidad Nacional Autnoma de Mxico (UNAM, custodio de la Biblioteca), que se adentraron en ejemplares de siglos de antigedad para seleccionar 49 que ilustran esta acuciosa labor de determinar qu s y qu no se deba leer segn la Inquisicin espaola (siglos XV-XIX).
«La censura poda ser previa, evitar que un libro se publicara por tener alguna idea que no convena al rgimen, en este caso catlico, o posterior para aquellos libros, o alguna de sus partes, que no queran que llegaran a la poblacin», seala Manuel Surez, otro de los expertos.
Al momento de ejecutar su tarea, explica de su lado el tambin investigador Csar Manrique, «haba censores al servicio de la Inquisicin, unos ms prolijos y fanticos que otros», como muestra el Propinomio Evanglico, del italiano Calvi de Bergamo Donato, editado en 1773 en Sevilla, Espaa.
En la muestra se presentan cuatro ejemplares del libro, censurado en su pgina 41 porque la Inquisicin consider que la traduccin al castellano no era correcta: un celoso inquisidor cercen la hoja casi por la mitad, otro cubri con tinta el texto prohibido, uno ms se conform con un garabato y uno ltimo se olvid de censurar.
Esta pieza «muestra la prctica humana de la Inquisicin. Tenemos siempre la idea del seor inquisidor que est de malas intentando censurar todo lo que puede, cuando no necesariamente siempre era as», seala Leonardo Hernndez, quien tambin participa en el proyecto.
– Motivos para censurar –
Las instrucciones para ejercer la censura venan desde edictos hasta autnticos compendios en los que por orden alfabtico se enumera a las plumas incmodas.
«Los temas a censurar cambiaron conforme al inters del rgimen y a los enemigos a lo largo de siglos. Al principio eran escritores judos, luego protestantes o las ideas ilustradas. Las primeras prohibiciones tambin fueron a traducciones de la Biblia porque slo poda leerse en latn», aade Surez.
A su llegada a Nueva Espaa, los ejemplares eran sometidos a un proceso burocrtico y de vigilancia, con un inquisidor en el puerto mexicano de Veracruz (este) que, lista en mano, suba al barco a revisar los libros.
Pero no faltaba el contrabando y algunos textos prohibidos no eran declarados a su llegada a puerto o permanecan ocultos en los equipajes.
La pieza ms antigua de la exposicin es un incunable de 1497, De nativitatibus, de Julius Firmicus Maternus, un compendio de astrologa que perteneci a Melchor Prez de Soto, uno de los arquitectos de la catedral de Ciudad de Mxico.
«La astrologa era una actividad prohibida por la Inquisicin en su regla novena porque, deca, atenta contra el libre albedro», explica Hernndez.
Prez de Soto fue acusado por la Inquisicin de actividades herticas y algunos de los 1.600 libros de su biblioteca fueron utilizados en su contra.
«La censura es slo un ideal de control. Lo que ha dado sentido a la tradicin democrtica universal fueron libros prohibidos de autores como Voltaire, Rousseau y tenemos ejemplares de ellos. Las ideas siguen fluyendo, la inquietud por conocer a travs del vehculo que es el libro no se le puede detener», concluye Reyes.