RÍO DE JANEIRO (AP) — Un fiscal brasileño acusó de homicidio a un policía de Río de Janeiro por la muerte en abril de un niño de 10 años durante un operativo policiaco contra presuntos traficantes de drogas en uno de los barrios pobres más grandes de la ciudad.
Los cargos presentados por el fiscal Homero das Neves contra el agente Rafael de Freitas Rodrigues cuestionan las conclusiones de la policía de que el agente disparó en defensa propia y el niño Eduardo de Jesús Ferreira estuvo atrapado en un fuego cruzado. Terezinha María de Jesús, madre del menor de edad, ha dicho que vio a un policía dispararle a su hijo. Evidencia forense mostró que el disparo que mató al pequeño provino del arma de un policía.
En los cargos presentados por Neves se afirma que el agente disparó aleatoriamente sin ninguna agresión demostrada por parte de comerciantes de drogas.
«Las circunstancias que rodean la muerte del joven Eduardo podrían convertirse en un parteaguas en la lucha contra la impunidad y éste es un paso importante para que el Fiscal Público garantice supervisión externa a las acciones de la policía», dijo el jueves en un comunicado Atila Roque, director ejecutivo de Amnistía Internacional en Brasil.
«Esto es crucial cuando estamos hablando de una fuerza policiaca que ha matado más de 1.000 personas entre 2014 y 2015 en presuntas confrontaciones. La transparencia es este caso será una manera de proteger a todos», agregó.
Amnistía Internacional dijo que, aunque «investigaciones internas dicen que el niño murió por una bala perdida de la policía durante un enfrentamiento a tiros con criminales armados, testimonios de la familia, vecinos e incluso dos de los policías involucrados han suscitado dudas sobre si la confrontación ocurrió en el momento del homicidio».