Mañana lunes arribaran representantes del pueblo creyente para recordar por V año consecutivo a Samuel Ruiz quien dejará un enorme legado de cristiandad y humanidad. Se realizará una peregrinación y misa concelebrada.
El obispo emérito Samuel Ruiz García falleció el 24 de enero de 2011. Debido a complicaciones cardiacas por las que era atendido en hospital Ángeles del Pedregal.
El obispo emérito permaneció internado 12 días en el hospital.
Samuel Ruiz García fungió como mediador en varios problemas latinoamericanos. En especial en el conflicto de Chiapas entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el gobierno federal.
En aquel entonces el boletín, Los Pinos destacó que desde su obispado en Chiapas, Samuel Ruiz se esforzó por construir un México más justo, igualitario, digno y sin discriminación, en el que las comunidades indígenas tengan voz y sus derechos y libertades sean respetados por todos.
El obispo de San Cristóbal de las Casas tuvo la virtud de ser congruente entre lo que pensaba, decía y hacía; fue una persona que se condujo siempre con integridad y rectitud moral, destacó.
Asimismo, la labor de Samuel Ruiz fue esencial para alcanzar la paz en el Estado de Chiapas después del alzamiento zapatista, en 1994.
Por todo ello, su fallecimiento constituye una gran pérdida para México, finalizó el comunicado.
Don Samuel Ruiz dimensionó la fe en un compromiso real con los derechos humanos, dijo Luis Arriaga, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.
En entrevista telefónica con EL UNIVERSAL, Arriaga Valenzuela añadió que la muerte del obispo emérito de San Cristóbal “nos interpela, pero también nos conforta en el sentido de sentirnos agradecidos por todo el bien que hizo don Samuel en este mundo”.
En don Samuel, dijo, se vio reflejada una mística común con el Centro Pro y que siempre alentará desde su testimonio como pastor, al frente de la diócesis de San Cristóbal, y de su incansable labor en favor de los derechos humanos de los sectores marginados de nuestra sociedad.
El también defensor de los derechos humanos relató: “Como jesuita también tuve la oportunidad de estar muy de cerca en la Diócesis, ahí estuve por algunos años y fui testigo del gran compromiso de don Samuel para construir e impulsar procesos comprometidos con su entorno. Me siento muy afortunado de haber estado de cerca trabajando en una labor de mucho compromiso y tratando de ser fiel a la realidad”.
El director del Centro Pro destacó la fidelidad de don Samuel a los planteamientos de su fe, y consideró que dio un testimonio “de un Dios que está encarnado en la historia de los pueblos de este continente, particularmente de los más pobres, de los indígenas y creo que también trató de ser fiel a los planteamientos del Concilio Vaticano II y de algunos documentos de la Iglesia.
El obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, añadió Arriaga, dio impulso a métodos populares para el conocimiento de los textos bíblico. Por otro lado, fundo insoruciones en pro y favor de los migrantes, apoyo a las instituciones de mujeres madres solteras. A diario recibia y escuchaba a los probres y necesitados de las diferentes comunidades indígenas.