Como ya se ha dicho, Chiapas subyace sobre una zona altamente sísmica y seguirá temblando como durante millones de años, por lo que resulta prioritario normar las construcciones, de lo contrario el principal riesgo dejarán de ser los sismos y será la incapacidad humana de administrar el desarrollo urbano.
Así lo explicó la directora del Centro de Investigación en Gestión de Riesgo y Cambio Climático de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), Silvia Ramos Hernández, quien además expuso que los recientes sismos con epicentro en Oaxaca no están relacionados con el terremoto de septiembre del 2017 en Chiapas.
Respecto de la percepción colectiva de aumentos en el número e intensidad de los sismos en Chiapas, explicó que podría tratarse de algún proceso psicológico posterior al terremoto del año pasado, incremento de tecnologías de monitoreo o las mismas réplicas que como se sabe pueden tardar años.
De momento no existe registro científico de aumento atípico en sismos o intensidad. Lo que sí está ocurriendo es que gracias a las nuevas tecnologías es más fácil detectar temblores que antes pasaban desapercibidos, dijo.
Estos nuevos reportes de redes sísmicas reportan un incremento de hasta el 80 por ciento con respecto de las mediciones previas.
Detalló que las grandes ciudades deben priorizar el estudio permanente del fenómeno sísmico, particularmente en Chiapas que se encuentra ubicado en una zona altamente vulnerable provocada por el movimiento de tres placas tectónicas: la de Cocos, Norteamérica y del Caribe.
En este contexto es necesario normar proceso de construcción vinculados al estudio sísmico, de tal suerte el desarrollo urbano transite de la mano de recomendaciones de centros de investigación del fenómeno y de ser necesario sancionar mediante una normativa jurídica a quien o quienes pongan en riesgo a las urbes mediante obras mal diseñadas.
Dijo que estas “recomendaciones” podrán ofrecer herramientas a los planes de desarrollo urbanos de los municipios y los estados para saber dónde y como construir, reduciendo los riesgos que el permanente movimiento sísmico genera.
Finalmente explicó que tender estas recomendaciones permitirán reducir riesgos, pero también es necesario fomentar la cultura de atención al fenómeno sísmico, pues la población civil debe permanecer alerta, más no en psicosis, pues Chiapas ha sido y será un estado con alta incidencia sísmica.
Cabe mencionar que de acuerdo al Servicio Sismológico Nacional (SSN), Chiapas es el segundo estado en sismicidad del país, por debajo de Oaxaca y encima de Guerreo.