En mayor medida, los recursos del sistema de salud en México se emplean para la compra de medicamentos y atención hospitalaria de pacientes enfermos de diabetes o hipertensión, pero no para prevenir que estos padecimientos aumenten.
Para la maestra en Ciencias de la Salud y Nutriología, Ana Bertha Pérez Risauro, los mexicanos estamos comiendo mal y, enfermándonos como consecuencia de ello, debido a que no hay programa educativo que nos enseñe el valor y las equivalencias de los alimentos.
Si esto fuera parte de un proceso formativo, entonces, entenderíamos porque es importante comer una pieza de fruta, o cuál la sustituye según la región en la que vivimos, el aporte de calorías que nos da una tortilla con frijoles o las ventajas de incluir nopales en nuestra dieta.
“La información no se entiende entre la población porque la mayor cantidad de dinero es para comprar medicamentos y atender emergencias, sin emplear la comida como un preventivo de enfermedades”.
Y la tendencia parece no modificarse, el gobierno presta poca atención en la formación alimentaria desde las etapas escolares, mientras los productos industrializados se multiplican, sin que la población sepa entender las etiquetas referentes a la cantidad de azúcar, sodio y grasas que contienen, destacó.
“El día que el gobierno utilice los recursos para prevenir; entonces, sí tendremos una población que sepa comer bien, que equilibre sus menús y sea más consciente del valor de los alimentos, lo cual es un reto”.
Actualmente es posible comparar las equivalencias de los alimentos que consumimos, para conocer cuáles son las porciones recomendadas, en sitios como “socialdiabetes” o aplicaciones como “midietasmile”, destacó.