Hermanas, hermanos:
Sigue habiendo llamadas telefónicas con afán de extorsión económica. Durante un tiempo supuestamente hablaban de parte mía, el obispo; últimamente lo han hecho de parte del P. Luis Manuel.
En un esquema muy repetido, a veces han logrado su propósito: Que la persona va a llegar de visita; dejan pasar unos minutos y hacen una nueva llamada, diciendo que ha tenido un percance en el camino y necesita con urgencia que le depositen dinero para resolver su problema y poder llegar.
Estén en alerta por este tipo de llamadas; y pongan en alerta a personas que colaboren con ustedes, personas involucradas en la vida eclesial.
La vivencia de la cuarentena sea conscientes de los riesgos; pero también nos haga crecer en la fe, esperanza y oración, en la alegría de celebrar a Jesús resucitado; en la sensibilidad para acompañar y ayudar a quien se sienta en opresión por el encierro o por la carencia de alimentos o por variados tipos de malestares. Resucitados con Jesús, nuestra palabra y nuestras obras sean para compartir signos de resurrección.
Afectuosamente
+ Rodrigo Aguilar Martínez