«Vayan a opinar de su madre», respondió el martes el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a diputados españoles que aprobaron una moción para pedir la liberación de opositores en el país petrolero.
El Congreso español ratificó el martes una propuesta que pide a su Gobierno adelantar iniciativas «necesarias», ante las autoridades de Venezuela y la comunidad internacional, para lograr la libertad de decenas de opositores.
«Se acabaron (presidente de Gobierno español, Mariano) Rajoy tus abusos, se acabó. A Venezuela se la respeta», dijo Maduro la noche del martes, tras acusar al dirigente conservador de estar detrás de «todas las maniobras» contra Venezuela.
«Vayan a opinar de su madre, pero no opinen de Venezuela. ¡Ya basta!», agregó el mandatario socialista de 52 años quien adelantó que, en las próximas horas, tomaría medidas contra España.
La iniciativa de los diputados españoles insta a Rajoy a tomar «todas las iniciativas pertinentes» para lograr la «liberación inmediata» del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma; del líder opositor, Leopoldo López, y de manifestantes encarcelados tras la ola de protestas antigubernamentales que dejó más de 40 muertos en 2014.
Al igual que su mentor, el fallecido Hugo Chávez, Maduro sostiene que en Venezuela no hay presos políticos, sino «políticos presos», a pesar de los constantes reclamos de organizaciones no gubernamentales y otros gobiernos.
Maduro, un conductor de autobús, asegura que la oposición política, junto con Estados Unidos y España, urden una «guerra económica» con el fin de desbancarlo.
Sin embargo, la oposición sostiene que la crisis económica en Venezuela -recesión, alta inflación y escasez de bienes básicos- es el resultado de más de una década de socialismo.