Obispo Felipe Arizmendi/ Diócesis SCL
En nombre propio y de nuestra diócesis de San Cristóbal de Las Casas, deseo para ustedes y sus familias un año nuevo 2018 lleno de paz, de salud y de bienestar integral. Les tengo presentes ante el Señor en mis oraciones y suplico que también oren por mí, al estar concluyendo mi servicio episcopal aquí y prepararme para la siguiente etapa de mi vida en mi tierra natal.
Es verdad que hay problemas que nos preocupan. A los desplazados de Chalchihuitán no les espera un año feliz. No cesan los conflictos en Oxchuc, en Tila y en tantos otros lugares. La migración no se detiene y los migrantes sufren muchas vejaciones y carencias en su travesía. Pedimos a Dios que mueva los corazones, para que entre todos, autoridades y ciudadanos, construyamos la paz, en la justicia y la verdad, respetándonos unos a otros, siendo solidarios con los que sufren, evitando la corrupción que todo lo corroe.
Nuestro Padre Dios no nos deja; nos acompaña con su Espíritu; nos da a su Hijo; contamos con nuestra Madre María. Somos hermanos y nos damos la mano. No estamos solos. Animo y esperanza, con fortaleza y fraternidad.
Que Jesucristo sea la luz que nos guíe siempre. Cristo es el único camino. Con El, caminaremos seguros. ¡Feliz Año 2018 para ustedes y los suyos!