Litúrgicamente, hemos concluido el Tiempo de Navidad e iniciado el Tiempo Ordinario.
Desde lo escolar, muchos centros educativos han iniciado clases, de modo que maestros, personal administrativo y alumnos han vuelto a la escuela.
Entra el año 2018 en ritmo ordinario. Es importante que no se olviden los buenos propósitos y, desde luego, que haya la disponibilidad para cumplirlos. No deje usted para mañana lo que ya puede y debe hacer hoy. Mantenga su disciplina con actitud positiva en su mente y en su corazón, de esta manera se notará en sus acciones.
Dios es Padre Bueno, Misericordioso, que nos acompaña y sostiene. Nos ha dado el Regalo de su Hijo y de su Espíritu. De modo que Dios Trino y Uno camina con nosotros. Nosotros caminemos guiados y sostenidos por su bendición.
Yo voy empezando mi peregrinar en esta Diócesis de San Cristóbal de las Casas, a donde Dios me ha llamado y enviado. Estoy agradecido con Dios y con muchas personas de esta Diócesis que me han recibido con alegría y esperanza; también con muchas otras personas que, desde muy variados lugares, me acompañan con su oración.
He iniciado el difícil y apasionante servicio de la Eucaristía en lengua tsotsil. También en esto me siento agradecido con personas que me acompañan, desde luego gozoso de que la Celebración del Misterio Pascual llegue, así, al corazón de muchos que no hablan o hablan poco el castellano.
No deja de haber problemas en diversas comunidades; pero Dios y la buena disposición humana irán ayudando a que esos problemas se resuelvan satisfactoriamente, de manera justa.
Dentro de unos días iré a visitar a los hermanos desplazados de Chalchihuitán; compartiré luego las vivencias de este encuentro.
Jesucristo sea el Camino, la Verdad y la Vida en este caminar personal y diocesano, que ejercitemos en espíritu sinodal, o sea de comunión.
+ Rodrigo Aguilar Martínez
Obispo de San Cristóbal de Las Casas