Por Carlos Rafael Coutiño Camacho. – Las caravanas que siguen entrando a Chiapas ahora no solo de Honduras, sino también de El Salvador, conforme avanzan se van debilitando y se convierten en grupos reducidos que busca ya caminar a donde sea, pero que puedan estar en una condición menos difícil que su propio país.
Algunos de los migrantes, como hondureños explican usando una frase muy hecha de ellos, “es mejor vivir como negros y no como perros”, lo que demuestra la situación en la cual se encuentran, ellos ya están incluso en Tuxtla Gutiérrez, se separan del gran contingente.
Otros más, señalan que su país tiene 18 departamentos, es decir como los estados de la República Mexicana, donde la pobreza se acrecienta y solo se enriquecen los de siempre, por eso se ven en la necesidad de huir, de no estar en esas condiciones, que simplemente no hay futuro al menos para ellos.
Son 200 hondureños que han salido a diario en ese país a España, Estados Unidos, México y Canadá, no es una situación actual, esto es de siempre insisten al ser entrevistados, y que contestan en espera de alguna ayuda económica, sobre todo, además de comida.
No todos los grupos, van a Oaxaca, otros están optando por Tabasco, aunque son los menos, muchos de los migrantes ya están en San Cristóbal de las Casas, otros más están ingresando a Chiapas por Comitán, la mayoría de ellos, se ha apropiado de los parques, está en las afueras de los bancos, ahí piden dinero y muestran credenciales de su país de origen.
Otros más, han decidido por el hambre, meterse a los restaurantes, o expendios de comida, en ocasiones se les pide se vayan en otros les dan la sobra de los alimentos, así salen comiendo porque es complicado resistir ante el calor de Chiapas.
Pero a la par, aparecen algunos pastores evangélicos, que dicen que ellos tienen ese pecado y por eso Dios los obliga a ser errantes por años, les dicen que tienen que orar, para salvarse en este paso de tránsito por México, antes de que se retiren, tienen que prometer que, llegando a los Estados Unidos, trabajar y dar su diezmo a la iglesia de Chiapas, porque la oración así se enriquece.
Algunos migrantes al oír esto, se retiran, aunque otros se quedan en una franca oración a su Dios, aunque de los pastores no reciben ni un peso, ellos creen que con sola la oración es como pueden salir adelante, su fe, no es tan grande como el hambre, ya que algunos dicen que los pastores siempre piden dinero.