Integrantes de la Fundación “Unidas por la Sangre”, organización que desde hace cuatro años brinda apoyo a mujeres que están en centros penitenciarios, explicaron que en los próximos meses dos infantes, que están a punto de cumplir cuatro años de edad, serán separados de sus madres debido a que así lo marca la ley; uno se irá a un albergue (no tiene familiares) y una niña será entregada a sus abuelos.
Jasivi Gómez, presidenta de la fundación, calificó de grave la situación, considerando que encontraron a ocho bebés más (de 40 días y con ocho meses de nacidos), se desconoce si se utilizaron los métodos adecuados cuando nacieron; además, no existe división entre las mamás y las reas que no tienen hijos.
La preocupación ha crecido, debido a que al interior de los centros penitenciarios se fuma o se dicen palabras altisonantes. “Nos llama mucho la atención que hayan revuelto a todas estas mujeres, que no haya un área específica para ellas”.
Otra situación que resalta es que los bebés no reciben una buena alimentación, la seguridad no es buena y tampoco tienen acceso a las fórmulas para su sano desarrollo. Los niños tienen garantizada su identidad, mediante el registro de una acta de nacimiento.
Existen tres Centros de Readaptación Social (CERS) en el estado, San Cristóbal de Las Casas, Tapachula y Cintalapa; la población de mujeres pasó de 66 (de enero a mayo del año pasado), y en la actualidad son 110 mujeres las que están en esos espacios, atravesando una situación complicada en materia jurídica, es decir, que están a la espera de su libertad o sentencia.
Resultados
Durante el 2019, las integrantes de Unidas por la Sangre, entregaron nueve mil 540 artículos de higiene para las mujeres, sumado a la dotación de despensas, calzado, leche, pañales y juguetes para los infantes. Dentro de las labores altruistas que se han hecho, se encuentran talleres de autoestima y sexualidad para ellas.
Aunque han contado con la ayuda de otras organizaciones, las autoridades estatales se han mantenido ausentes de apoyar, a pesar de la necesidades que existe en los penales y de las condiciones en que están las reclusas.
Otros problemas que se han incrementado en las últimas semanas, es que las autoridades en materia de seguridad han puesto resistencia para que las integrantes de la fundación ingresen a los CERS, debido a que demoran el proceso de revisión de los artículos que llevan.
Las integrantes de la fundación, señalaron que es necesario que exista un trato igualitario con los varones, debido a que las mujeres están en abandono en temas de sexualidad, de derechos humanos y de actividades que les permitan generar ingresos, al contrario como ocurre con los hombres, quienes desempeñan una serie de oficios y venden los productos en las tiendas penitenciarias.