Desde mi Trinchera
Diego Victorio
Cierran filas en torno a Chiapas.
Cuando Emilio González Martínez, mejor ubicado con el mote de “Niño Verde”, hizo entrada triunfal al Centro Asturiano, el primer comentario de externos y reporteros de la fuente fue: vienen unidos.
¿Era importante eso? Sí. ¿Por qué? Semanas atrás se había ventilado una sana distancia entre la dirigencia nacional del PVEM y la de Chiapas, su bastión más importante en el país.
El cierre de filas vino en el momento más oportuno. Justo cuando ha iniciado la cuenta regresiva para la hora marcada.
La presencia de Emilio González en el salón Ciudad de México de Polanco, más que destacar la unidad, proyectaba tintes de acuerdos, de respaldo.
Y es que era imperativo evaluar la magnitud y sacar acuerdos para resolver dos temas: mantener el registro nacional y conservar la primera y única gubernatura que ha ganado el PVEM en su historia, la de Chiapas.
Dos ejes transversales que a decir de ínclitos en la aritmética, se pueden resolver con solo cuidar y proteger su joya, su baluarte: Chiapas.
Gran parte de lo que ahora le quita el sueño a la cúpula del PVEM, te lo puede proveer Chiapas. ¿Por qué? Solo basta ver estas cifras que les compartí en mi columna del 13 de julio, para tener un panorama más amplio:
1.-El Partido Verde representa el 46 % de los votos totales de Chiapas.
2.-De los poco más de 2 millones de votos que obtuvo el Verde en las elecciones del 2015, 700 mil fueron acopiados en Chiapas.
3.-Chiapas contribuyó con un alto porcentaje para que el PVEM lograra 18 diputaciones federales de representación proporcional. Cifra histórica.
4.-Y hay más: Chiapas puede aportar el 1.5% ó hasta 2 % del 3% que se necesitan para obtener la supervivencia, es decir, el registro nacional.
Partiendo de ahí, entiéndase que la misiva pevemista no es para incomodar al personaje más influyente de México. Estoy casi seguro que aquel mensaje tiene hechuras tácitas.
¿Y cuáles son? Desde mi óptica los verdes nacionales dejan una postura muy clara: van a cuidar su bastión, Chiapas, pues protegiendo ese botín de sufragios, le asegura al Tucán seis años más de abundante vida.
Lo dicho por Carlos Puente en su calidad de vocero, no fue más que un aviso de que en Chiapas se morirán en la raya.
Ese “estamos listos para ir solos”, secundado también por “Chucho” Sesma, soterra cualquier tipo de esperanza de ver coaligados al PRI y Verde en Chiapas.
Ahora recobran vida aquellas inserciones en forma de cartas, aquellas locuciones “Coalición, Si; Imposición, No”. No iban teledirigidas al PRI, sino a la cúpula Verde.
Esa cúpula que ya dimensionó lo que significa Chiapas para el Verde y, el Verde para Chiapas.
En Chiapas han decidido ir sin el PRI y sino al tiempo.
Comentarios Atrincherados
*** A la par de la plenaria verde, una fuente me texteaba: “Ocurra, lo que ocurra en el PRI, allá en tu Chiapas el Verde no va en alianza con el PRI”.
Y siguió: “El Verde buscará una coalición con partidos locales”.
Continuó con la conversación: “ La baraja Verde se reduce a dos, Eduardo Ramírez Aguilar y Fernando Castellanos Cal y Mayor”.
Punzó: “En el PRI no está nada escrito, si el candidato de Los Pinos es José Antonio Meade, allá en tu estado el aspirante será Luis Armando Melgar Bravo; si el palomeado es Aurelio Nuño, el candidato será Roberto Albores Gleason”.
Asi ven en el centro del país a nuestra política aldeana. ¡Uuuff!